En el Salón Amarillo del Palacio de Gobierno, la mañana de este 18 de mayo, el Presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), doctor Juan Pablo Pozo Bahamonde, recibió la condecoración de la Orden Nacional al Mérito en el Grado de Gran Cruz.
Esta condecoración es la más alta distinción que otorga la Patria, a los ecuatorianos más destacados por haber cumplido una labor digna de reconocimiento.
Mediante el Decreto 1418, se confirió este reconocimiento al doctor Juan Pablo Pozo Bahamonde, en el ejercicio de sus funciones como Presidente del CNE, por haber dado claras muestras de su capacidad y total entrega al servicio de la nación, trabajando incansablemente por los altos intereses de la Patria. Asimismo, a pesar de haber recibido constantes amenazas en contra de su integridad física durante el pasado proceso electoral, supo mantenerse fiel a su deber, cumpliendo y haciendo respetar el ordenamiento electoral del país.
El reconocimiento se otorga, dado que pese a los cuestionamientos que sufrió la gestión del titular del organismo electoral por parte de las élites que gobernaron al país durante décadas, el titular del CNE no dejó de defender la transparencia del proceso electoral, rindiendo cuentas al país, cuantas veces fuera necesario, en cuanto a la actuación de la institución electoral.
Al respecto, el Presidente del organismo rector del sufragio expresó, en primera instancia, un saludo efusivo a su familia y manifestó sentirse emocionado por una condecoración, que considera inmerecida. “Hay que servir dignificando lo público”, señaló. Asimismo, expresó que esta condecoración es de todos los ecuatorianos que creyeron en el organismo electoral y aquellos que no lo hicieron. «Estoy consciente de que este evento será, como es costumbre de ciertos actores, objeto de críticas malintencionadas. Será también tema de debate de unos cuantos, para poner en duda la independencia de funciones. En esas circunstancias, difícilmente se encuentra la sensatez y neutralidad para reconocer que desde una institución, que tengo el orgullo de dirigir, logramos defender el bien mayor: la voluntad mayoritaria de la gente», ratificó.
Con respecto a los comicios, señaló que la que debió ser una contienda electoral en la que se enfrenten ideas y propuestas, se convirtió en una batalla de ataques, mentiras e infamias, por parte de actores políticos que optaron por el desprestigio de la institución. “En estas elecciones, que algunos convirtieron en batallas sin tregua, se atentó contra la dignidad, la honra y el buen nombre de muchos. Atentaron contra valores que no tienen precio. Pero ¿qué pueden entender de esto aquellos que están acostumbrados a comprarlo todo? Seguramente es eso lo que les molesta, ¡que la voluntad popular no es una mercancía!”, puntualizó.
En cuanto a los ataques que recibió durante su gestión frente al proceso electoral, señaló que prefirió no darles contestación ya que no la merecían. “El silencio de ninguna forma otorga credibilidad a la infamia. Hay injurias que no merecen respuesta”, expresó. En cuanto al uso mal intencionado que hicieron de una fotografía junto a su familia en un acto de cambio de guardia presidencial, señaló que esta se convirtió en objeto de ataques como señalamientos de falsos parentescos entre él y el Presidente de la República, Rafael Correa. “Hago un llamado a seguir dignificando la ciudadanía y la democracia”, manifestó.
Con respecto a la institucionalidad democrática del país, señaló que esta no depende de las personas que se encuentran al frente de las instituciones de forma transitoria sino de los mismos ecuatorianos. Adicionalmente, apuntó la necesidad de que las funciones del Estado trabajen coordinadamente y que no se confunda independencia con aislamiento. “Las instituciones no somos feudos y no servimos a unos pocos”, resaltó.
En cuanto al reciente proceso electoral, reiteró la actuación transparente del organismo. “Nadie puede decir que se le puso o se le quitó un voto”, destacó. Además, precisó que la institución ha contribuido a la profundización del pensamiento crítico y democrático de la ciudadanía y a fomentar la participación de sectores históricamente excluidos, como las personas con discapacidad, a través del programa Voto en Casa y, asimismo de las poblaciones de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales (LGBTI).
Por su parte, el Primer Mandatario, Rafael Correa Delgado, expresó la importancia del reconocimiento otorgado al Presidente del CNE, dada su postura frente a un proceso electoral en el que, según sus palabras, “se quiso imponer un Estado de Opinión sobre un Estado de Derecho”. Recordó que el pasado 2 de abril, un medio de comunicación quiso proclamar un presidente con base en un sondeo de opinión.
Asimismo, recordó que el organismo electoral recibió ataques de todo tipo como parte de una estrategia de deslegitimación de la institución. “Sin embargo, jamás presentaron una sola prueba que demuestre las acusaciones”, expresó. Además, recordó que el CNE en una decisión histórica decidió recontar las actas impugnadas por las organizaciones políticas que participaron en el balotaje: el movimiento CREO y Alianza PAIS, cuyos resultados ratificaron los del pasado 2 de abril. Al respecto, expresó que la negativa de determinados actores políticos a aceptar estos resultados es una muestra de su menosprecio a la democracia.
En este sentido, expresó que no pudieron cumplir con su propósito, dado que se encontraron con barreras como al integridad del doctor Juan Pablo Pozo Bahamonde, quien defendió la integridad y transparencia del proceso. Haciendo una acotación al tema, el Jefe de Estado recordó que observadores de organismos internacionales manifestaron que “nunca antes habían presenciado elecciones tan bien organizadas”. De esta manera, destacó que la condecoración que recibió el titular del CNE brinda un homenaje a la democracia en el Ecuador, que se ha visto fortalecida, gracias a su gestión.